Son muchas las horas que los propietarios e inquilinos pasan en sus viviendas, por lo que estar a gusto es fundamental para disfrutar del bienestar que merecen. Varios aspectos entran en juego, siendo uno de los más importantes el de la iluminación. Pero, ¿sabías que la adecuada para una cocina no tiene por qué ser la idónea para el salón?
Lo cierto es que la iluminación óptima cambia en función de la estancia. Así pues, es importante que sepas cómo elegirla para que el resultado sea excelente en todos los sentidos.
Aspectos a tener en cuenta al elegir la iluminación
El factor más importante de todos es la actividad que tendrá lugar en el espacio que pretendes iluminar. Cocinar, lavarse los dientes, ver la tele en el salón… estamos ante acciones que poco o nada tienen que ver entre sí, por lo que la iluminación debe ser ajustada en base a este aspecto.
Hay otros detalles a valorar convenientemente, como las dimensiones de la estancia en cuestión, amén de la distribución que tenga. El estilo ornamental también es un factor a considerar. Nos referimos no solo a los muebles allí presentes, sino adicionalmente al color que tienen las paredes, el techo y el suelo. Por ejemplo, a un suelo de parquet -del cual ya hablamos cuando explicamos qué tipos de parquet hay y cuál elegir- le sienta de maravilla una luz cálida.
Por último, ten en cuenta la iluminación natural. La de algunas viviendas deja un poco que desear, ya sea por su orientación o por cualquier otro motivo. Así pues, en este caso la intensidad de los puntos lumínicos que coloques debe ser mayor en comparación con la de cualquier otra casa o piso cuyas ventanas sí permitan la entrada de luz natural.
Esta es la iluminación adecuada para cada estancia
Ahora que ya hemos dado a conocer los principales factores que deben ser valorados, ha llegado el momento de averiguar cuál es la iluminación idónea para las diversas estancias de una vivienda.
Cocina
Cocinar es una de las acciones más importantes de todas las que llevamos a cabo en el hogar. De ello depende nuestro bienestar, así que no sorprende que muchas personas se pasen unas cuantas horas a la semana en este espacio. Si también es tu caso, es esencial que cuentes con una iluminación potente. ¿Por qué? Básicamente debido a que algunas tareas exigen precisión. En caso contrario, tu integridad física estaría en peligro. Así lo demuestra el hecho de cortar ingredientes con la ayuda de un cuchillo.
Más allá de la potencia, hay otro factor importantísimo que no conviene obviar: la disposición de varios puntos de luz. El objetivo es claro, resumiéndose en evitar que se produzcan las sombras que pueden jugar una mala pasada al llevar a cabo ciertos pasos de una receta.
Aunque depende de cada caso en concreto, se aconseja contar con una luz que ilumine el cien por cien de la estancia, así como una adicional que enfoque principalmente aquella área en la que se manipularán los alimentos. Nos referimos a la encimera, de la que ya hablamos en nuestro artículo sobre qué tipos de encimeras de cocina hay y cuál elegir.
Independientemente de si optas por dos puntos de luz, tres o incluso más, es muy recomendable que no te decantes por las tonalidades cálidas. Como veremos después, para ciertas estancias del hogar son ideales, pero no es el caso de la cocina. Esto es debido a que se requiere una constante estimulación para no cometer ningún error que nos pueda costar caro. Este es precisamente el resultado que proporciona la luz fría.
El mínimo de grados Kelvin debe situarse en 5000, mientras que el máximo no conviene que supere la cifra de 6500. De esta manera, incluso en plena noche al prepararte la cena tras una agotadora jornada laboral, permanecerás despierto y estimulado.
Adicionalmente, puedes instalar un sistema de iluminación que se active de forma automática cuando abras los armarios para ver con claridad los utensilios, la cubertería y todos aquellos elementos que se necesitan en la cocina. Este tipo de detalles son clave para incrementar el precio de una vivienda, tal como vimos en el artículo sobre cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma.
Salón-comedor
Las actividades que se realizan en un salón-comedor son bastante diversas. De hecho, es la estancia del hogar que más dudas genera a los usuarios. Y no es para menos, puesto que sin experiencia previa puede ser un poco difícil dar con la iluminación que sea sinónima no solo de confortabilidad, sino también de funcionalidad.
Siguiendo el ejemplo de otras zonas de la casa o del piso, lo ideal en este sentido es generar dos zonas lumínicas distintas. La primera de ellas debe abarcar la totalidad del salón y/o comedor. No es necesario que el grado de intensidad sea muy elevado. De hecho, basta con un nivel medio. Por otra parte, la tonalidad ideal es la cálida, ya que generará una atmósfera cómoda a nivel visual que se adaptará a la práctica totalidad de acciones que tengan lugar allí.
Hablando de acciones, una de las que adquieren una mayor relevancia se resume en comer. Aunque no se requiere tanta precisión como en la cocina, a cualquier persona le gusta ver bien aquello que se lleva a la boca, así que es recomendable colocar otro punto de luz justo encima de la mesa. En este caso, la temperatura debe ser neutra.
Es habitual que en el salón-comedor los usuarios aprovechen para descansar, desconectar y/o disfrutar de su tiempo libre, por ejemplo leyendo. Si tú también lo haces, una buena idea es la de instalar un punto de luz adicional, por ejemplo una lámpara que sea auxiliar y puedas colocarla o incluso moverla en función de si lees en el sofá, juegas a videojuegos en el sillón, etcétera.
Dormitorios
Lo más importante al elegir la iluminación para uno o varios dormitorios es que sea acogedora. Es por este motivo que conviene descartar por completo las luces frías. Aunque hay propietarios e inquilinos que se decantan por este tipo de luces porque, por ejemplo, les permiten ver a la perfección lo que hay dentro del armario, es mejor evitarlas si quieres que la atmósfera sea cálida y ello te ayude a conciliar el sueño posteriormente.
Esto no significa que tengas que tener una mala visibilidad al realizar ciertas acciones como leer e incluso estudiar o teletrabajar si dispones de un escritorio en la habitación. De ser así, lo mejor que puedes hacer es instalar un segundo punto de luz que sea neutro o un poco frío.
Por otra parte, la domótica es de gran ayuda para despertarse de manera natural. ¿De qué manera? Simplemente activando una alarma que no suena, sino que enciende una luz cuya intensidad empieza siendo muy reducida y va aumentando poco a poco. Es decir, imita la salida del sol, aunque a un ritmo mucho más acelerado. El proceso inverso puede realizarse cada vez que vayas a dormir, factor que ayudará a que concilies el sueño en un tiempo récord. Para ello es necesario contar con luces inteligentes, amén de averiguar cómo integrar la domótica en tu hogar.
Despacho
Ahora que hemos mencionado el teletrabajo, es un buen momento para profundizar en dicha estancia del hogar. Si no dispones de ella puedes saltarte este punto, pero como cada vez hay más personas que desempeñan sus labores profesionales desde su vivienda, hemos creído oportuno incluirlo en la lista.
En la totalidad de casos, el teletrabajo tiene lugar con dispositivos tecnológicos como ordenadores, tablets y smartphones, los cuales ya de por sí emiten luz. Es importante que tus ojos no se centren en exceso en la retroiluminación de los paneles, por lo que conviene que la estancia cuente con una luz bastante intensa.
Hay que decir que la luz natural es un buen aliado para los teletrabajadores, siempre y cuando no impacte de lleno en las pantallas. Conviene que el ordenador esté situado justo en frente de la ventana. La iluminación artificial te será de gran ayuda para evitar deslumbramientos y reflejos molestos.
En lo que respecta a la temperatura de la luz, con 5500 grados Kelvin deberías tener suficiente. Al ser bastante fría, el nivel de concentración permanecerá elevado y podrás trabajar proporcionando excelentes resultados en términos de productividad.
Cuarto de baño
¿Recuerdas que al hablar de la cocina hemos hecho referencia a las sombras que tan perjudiciales pueden llegar a ser? En el cuarto de baño se producen situaciones similares, así que la iluminación adecuada es parecida.
En Montero Construccions, como expertos en electricidad, en todas nuestras reformas de baños siempre colocamos una luz general para toda la estancia, así como otra específica para el espejo. De esta manera, las sombras no inciden a la hora de llevar a cabo las típicas acciones que tienen lugar en el lavabo: desde peinarse hasta maquillarse, así como lavarse los dientes.
Eso sí, en este caso la cifra de grados Kelvin se ve reducida drásticamente. En las cocinas es imprescindible ese grado de alerta que proporciona una temperatura lo más fría posible -sin llegar por supuesto al nivel industrial-, pero en el cuarto de baño no es necesario.
Con una luz neutra es más que suficiente. Asegúrate de que el mínimo alcance los 3300 grados Kelvin y, a ser posible, evita que alguna de las luces instaladas en el cuarto de baño supere los 5000.
Recibidor
Cuando hablamos del dormitorio mencionamos la domótica, la cual vuelve a ser útil para las dos estancias que describiremos a continuación, empezando por el recibidor. Y es que es de agradecer que, justo al llegar a casa, la luz del recibidor se encienda. Al ser una zona que da acceso a la vivienda, conviene que sea una iluminación acogedora, sin apostar por una calidez excesiva que no te permita ver bien aquello que coges al irte de casa: llaves, documentación, etcétera. En definitiva, con una luz neutra-cálida acertarás de lleno.
Pasillo y/o escaleras
De nuevo, la domótica puede resultar bastante útil, sobre todo si instalas un sistema que detecte tu presencia. Así la iluminación solo se activará en caso de que alguien pase por el pasillo, suba las escaleras o las baje.
Estas dos últimas acciones pueden ser peligrosas sin una buena visibilidad, así que apuesta por una luz neutra. Por el contrario, en el pasillo es recomendable la luz amarillenta que aportará la calidez que necesita una estancia como esta.
Jardín
Finalmente, toca hablar del jardín y, en general, cualquier zona exterior como un patio o una terraza. Es evidente que, al haber tanta luz natural, de día es inútil la iluminación artificial, suponiendo un gasto innecesario y una contaminación que conviene evitar a toda costa. Pero, ¿qué pasa por la noche?
A muchas personas, sobre todo en pleno verano, les gusta tomar algo en horario nocturno aprovechando la temperatura agradable y el poco ruido que hay. Así pues, sí se requiere una mínima iluminación. La luz cálida te proporcionará una mayor privacidad, mientras que la neutra o blanca tendrá más intensidad. Elige lo que te convenga, pero desde Montero Construccions te recomendamos fervientemente optar por luces solares. Llevamos muchos años realizando el servicio de instalación de placas solares y todos nuestros clientes han quedado encantados con los beneficios que brinda aprovechar la energía del astro rey.