Por muy buena que sea una construcción a nivel de eficiencia, belleza arquitectónica y demás, todos sus aspectos positivos quedan relegados a un segundo plano si no está bien impermeabilizada. Y es que en tal caso, el paso del tiempo acabará afectando a la vivienda en forma de humedades, filtraciones y demás adversidades que pueden causar graves desperfectos.
Los expertos en construcción de casas son conscientes de ello, por lo que emplean una serie de métodos y materiales en general para impermeabilizar las casas y los pisos a los que dan forma. De hecho, en Montero Construccions también los utilizamos para nuestros proyectos integrales de construcción. Pero, ¿de cuáles se trata?
Pétreos
Al hablar de estos materiales de impermeabilización, no solo nos referimos a aquellos que, en su composición, tienen minerales que son de origen pétreo, especialmente rocas. A su vez, dicha categoría también abarca los que están hechos con hormigón, amén de cemento. Los pétreos son, con diferencia, los que ofrecen una mayor durabilidad. Eso sí, debido al elevado peso, tratar con ellos es un poco complicado, por lo que el presupuesto puede encarecerse.
Pizarra
Es habitual ver tejados de pizarra en los típicos pueblos montañosos en los que la nieve cae con relativa frecuencia. Y no es para menos, puesto que estamos ante un material pétreo que impermeabiliza la estructura durante mucho tiempo. En concreto, permanece intacto durante mínimo medio siglo. Algo similar puede decirse del granito, aunque está presente en menos construcciones.
Fibrocemento
La pizarra y el granito no son los únicos materiales pétreos que duran cincuenta años, ya que de la lista también forma parte el fibrocemento. Durante una época, su utilización fue un tanto convulsa debido a que a la sustancia cementosa se le incluían fibras para reforzar la impermeabilización, las cuales estaban hechas de amianto. En la actualidad, se emplea otro material completamente distinto que no es perjudicial para la salud: el vidrio.
Cementosos
El catálogo de materiales de impermeabilización cementosos es extensísimo. De hecho, las propiedades que tienen varían enormemente en función del producto elegido. Así lo demuestra el hecho de que algunos son transpirables, mientras que otros carecen de dicha propiedad.
Cerámicos
Son unos de los más exitosos, lo cual no es de extrañar teniendo en cuenta su precio asequible, así como lo amigables que suelen ser con el ecosistema. Duran bastantes años en buen estado, tal como demuestran las tejas.
Silicona
A partir del óxido de silicio se obtiene la silicona que es utilizada en todo tipo de proyectos de construcción para impermeabilizar. Es un método muy común para sellar ventanas, por ejemplo, aunque la duración deja que desear si establecemos una comparación con otros materiales.
Metálicos
Desde el acero galvanizado hasta otros metales como el aluminio acostumbran a utilizarse en algunos proyectos para impermeabilizar las estructuras. Al contrario de los pétreos, en este caso la instalación o colocación es bastante más sencilla. Además, también son materiales que duran mucho tiempo en buen estado.
Naturales
Como su propio nombre indica, hablamos de métodos y materiales que se basan en lo que la propia naturaleza proporciona al ser humano. Aunque pueden contener alguna modificación artificial o de tipo químico, hablamos de un cambio prácticamente insignificante, por lo que se considera una impermeabilización orgánica. Es con diferencia el más amigable con el medio ambiente.
Ser respetuoso con el ecosistema sería inviable sin su origen vegetal, ejemplificándolo el látex. Aunque hay otros materiales impermeabilizantes orgánicos, el que acabamos de mencionar es el que más utilizan los expertos en la materia.
Caucho de etileno propileno dieno
Si bien es cierto que su pronunciación puede ser un tanto complicada, los profesionales se refieren a este material bajo el acrónimo EPDM. Se trata de un termopolímero elastómero que se obtiene a partir del látex.
Varias características le llevan a destacar, empezando por lo resistente que llega a ser. Eso sí, para asegurarse de que dura mucho tiempo en un estado óptimo, hay que cerciorarse de que contiene un elevado porcentaje de etileno, próximo o incluso superior a los 70 puntos.
Clorocaucho
El EPDM no es el único material impermeabilizante al que se da forma mediante látex como si fuese un derivado, ya que de la lista también forma parte el clorocaucho. Se adhiere inmejorablemente a toda superficie o estructura hecha de hierro.
Sintéticos
Estos materiales no provienen de la naturaleza, ya que son obtenidos a partir de varios procesos que se llevan a cabo en fábricas en las que se trata con productos químicos. Si no te importa que supongan un mayor perjuicio para el ecosistema, son una buena alternativa especialmente por lo bien que se adaptan no solo a suelos, de los que ya hablamos en el artículo sobre cómo elegir el tipo de suelo para cada estancia de tu hogar, sino también a paredes, tejados y toda clase de estructuras o superficies en general.
Nanotecnológicos
Son numerosas las ventajas que están llevando a estos materiales sintéticos a ser utilizados en muchas construcciones, comenzando por durar una mayor cantidad de tiempo en comparación con los métodos hidrófugos convencionales.
La resistencia no es lo único con lo que les supera, ya que a la lista hay que sumar la estanqueidad sin que dicha característica se traduzca en evitar la transpiración de la superficie que se impermeabiliza.
Por otra parte, algunos métodos al ser aplicados dejan una película, pero afortunadamente no es el caso de los materiales nanotecnológicos cuyas partículas son de pequeñísimo tamaño.
Poliuretano que se aplica en frío
Es uno de los materiales sintéticos más duraderos, sobre todo si las condiciones meteorológicas adversas no impactan en él. Hay métodos que requieren aplicar multitud de capas, pero el poliuretano es aplicado en frío con tan solo una capa. Esto es debido a lo bien que se adhiere a todo tipo de superficies.
Resinas
Hablando de materiales que se aplican en frío, la lista se amplía con otros sintéticos muy utilizados en la construcción: las resinas. Las hay de varios tipos, desde las acrílicas hasta las Epoxi, teniendo estas últimas una duración inferior.
Conviene destacar el hecho de que también existen resinas que se aplican en caliente. Nos referimos a las poliméricas, siendo la más usada en construcción la que recibe el nombre de poliurea. Si no sabes cómo impermeabilizar una terraza y te dejas asesorar por unos profesionales, lo más probable es que te recomienden dicho material.
La poliurea se aplica fácilmente en la terraza, sean cuales sean sus dimensiones. Dura muchos años en perfecto estado incluso si hay tránsito de personas, para lo cual no están preparados muchos otros materiales de los que hemos descrito en este artículo.
Aquí no terminan las características que le llevan a destacar por encima de otros materiales que son bastante más caros. La poliurea llama poderosamente la atención por no ver alteradas sus propiedades a causa de los cambios de temperatura que, por desgracia, en los tiempos que corren son bastante habituales. Así pues, cuando el excesivo calor dé paso a un repentino frío y viceversa, esta resina se mantendrá intacta, protegiendo del agua igual de bien que cuando fue instalada.
Telas asfálticas
Ha llegado el momento de hablar de uno de los métodos más puestos en práctica hoy en día por los profesionales del sector de la impermeabilización: las telas asfálticas. Destaca sobre todo lo extremadamente fácil que es aplicarlo, ya que en muchas ocasiones, el material se distribuye en un formato autoadhesivo.
Si a este aspecto sumamos la flexibilidad de las telas asfálticas, no sorprende que sean colocadas en multitud de superficies que poco o nada tienen que ver entre sí. Así pues, estamos ante uno de los materiales más versátiles de todos los que se utilizan en la actualidad para impermeabilizar una vivienda.
Independientemente de la superficie en la que se aplique la tela asfáltica, el sellado es excelente. Esto se traduce en que, con el paso del tiempo, no se produzca ni una sola filtración, lo cual proporciona una gran tranquilidad a los propietarios.
Si a todo esto sumamos la gran cantidad de tiempo durante el que las telas asfálticas se mantienen en buen estado, no sorprende que sea la principal elección de muchos profesionales a la hora de proteger una construcción del agua y la humedad en general.
Láminas
Hay algunos materiales que son aptos para estar al descubierto, pero no es el caso que nos ocupa. Es por ello que en la construcción se hace uso complementariamente del método de las láminas. Aunque depende de cada profesional, es habitual situarlas encima de una capa cerámica que proteja la superficie en cuestión.Las fibras del tejido plasticoso dan forma a unas láminas que, a pesar de tener una buena capacidad de impermeabilización, permiten a la superficie en cuestión transpirar sin ninguna limitación.
¿Por cuál de ellos optar?
Como acabamos de ver, hay muchos métodos y materiales utilizados para la impermeabilización en la construcción. Los profesionales que contrates han de analizar la superficie que pretende protegerse para que el agua no pase a través de ella, determinando así cuál será la elección idónea por su eficacia y por la durabilidad.
En base a nuestra experiencia de más de 50 años, podemos decir que ciertas opciones son las más recomendables para la mayoría de casos. Un claro ejemplo es el de la poliurea, una resina de aplicación en caliente que lleva décadas demostrando ser la mejor elección posible para impermeabilizar terrazas. Al permitir el paso de las personas sin que la capa protectora vea mermadas sus propiedades, es ideal para una superficie de este tipo.
Para el resto de estructuras y superficies en general, las telas asfálticas se convierten en una elección excelente, ya que son unos materiales sintéticos muy versátiles, durables y fácilmente aplicables, sobre todo si se opta por el formato autoadhesivo.
Si no sabes cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma, ten en cuenta que una buena impermeabilización suma muchos puntos en este sentido. Así pues, asegúrate de tomar una correcta decisión para amortizar el desembolso realizado no solo protegiéndote bien del agua, sino también dando pie a que tu vivienda pase a costar bastante más que antes de haber optado por un método hidrófugo.