Cuando hablamos sobre cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma, ya dijimos que las ventanas proporcionan un excelente resultado en este sentido. Ello es debido en gran medida a la mejora que se produce en términos de eficiencia energética, sobre todo si sabes qué tipos de aislamiento térmico puedes poner en tu hogar y qué beneficios tienen.
No es lo único que se consigue con unas buenas ventanas, ya que a la lista también se suma el menor ruido que se cuela en la vivienda. En el artículo sobre qué tipos de aislamiento acústico se aplican en la construcción vimos que el formato estructural –es decir, las ventanas y las puertas– adquiere una gran importancia a la hora de mejorar el bienestar hogareño. Eso sí, para obtener un resultado tan bueno a nivel de eficiencia energética y aislamiento acústico, es fundamental elegir el material idóneo. Como expertos en carpintería, vamos a ayudarte con tal de que elijas la mejor opción.
Materiales disponibles
¿Recuerdas cuando la madera era el único material disponible? Por suerte, los tiempos han cambiado, tal como demuestra lo extenso que llega a ser el catálogo en la actualidad. Los materiales disponibles son mucho más numerosos que antes y conviene saber las características de cada uno de ellos para tomar una buena decisión.
Perfilería
Lo primero que has de saber es que hablar de materiales de ventanas supone abarcar dos partes muy distintas. Primeramente hablaremos de la perfilería, es decir, los marcos y las hojas. Más adelante profundizaremos en el acristalamiento.
Aluminio
Empezamos por uno de los materiales más exitosos hoy en día: el aluminio. De hecho, nuestro servicio de renovación de ventanas y cierres de aluminio es muy demandado, lo cual no sorprende si tenemos en cuenta las propiedades de este metal no ferromagnético, empezando por lo eficiente que llega a ser –especialmente si te decantas por modelos abatibles que dispongan de rotura de puente térmico–. Aunque depende de cada caso en concreto, es posible alcanzar un porcentaje de ahorro energético de 40 puntos.
La oxidación pasa a ser historia, por lo que el mantenimiento es más bien escaso, exceptuando la típica limpieza que conviene hacer regularmente con cualquier tipo de material. A su vez, resiste muy bien el fuego.
En lo que respecta a la variedad existente, es sin lugar a duda el mejor material de todos. El listado de acabados es prácticamente interminable, por lo que es fácil encontrar ventanas de aluminio que satisfagan al cien por cien tus propios gustos.
Madera
Tras más de cincuenta años de experiencia acumulada en el ámbito de la decoración y pintura, podemos decir que el estilo rústico es uno de los que más triunfan entre nuestros clientes. Así pues, no sorprende que las ventanas de madera sigan cosechando un gran éxito a pesar de las innegables desventajas que presentan: mayor mantenimiento, menor vida útil, inflamabilidad, etcétera.
Por supuesto, también presume de una serie de aspectos muy positivos, como por ejemplo el hecho de que se obtiene de la naturaleza. Así pues, es la principal elección de aquellos propietarios que, al hacer reformas, prefieren decantarse por materiales orgánicos y ecológicos.
Adicionalmente, es destacable la calidez que proporciona, lo cual puedes comprobar echando un vistazo a algunos de nuestros proyectos en los que hemos instalado perfilería de madera.
A nivel de eficiencia, la madera no llega ni mucho menos a los resultados tan buenos que brinda el aluminio. En este caso, del 40% como máximo pasamos a un porcentaje de 15 puntos.
PVC
Hablando de eficiencia, el PVC se sitúa en lo más alto del ranking de mejores materiales. El porcentaje tan alto del aluminio –40 puntos– incluso parece poco si lo comparamos con el del policloruro de vinilo: 60%. La temperatura no es lo único que aísla realmente bien, puesto que también lo hace con el ruido. Acústicamente, no tiene rival.
Si prefieres realizar la menor cantidad posible de tareas domésticas, acertarás eligiendo el PVC, puesto que su mantenimiento es prácticamente nulo. Las propiedades del material dan pie a que permanezca en un estado óptimo por muchos años que acumule.
Debido a que cada vez hay más personas que al hacer reformas de casas optan por este material, los fabricantes se han puesto las pilas en lo que se refiere a los acabados. Tanto es así que poco a poco va acercándose a la variedad tan amplia que ofrece el aluminio.
Mixtas
Como acabamos de ver, cada material presenta una serie de ventajas. Así pues, ¿por qué no combinarlas? Esto es precisamente lo que plantean las ventanas de perfilería mixta. Nos referimos a aquellas cuyo exterior es de aluminio, pero el interior es de madera o PVC.La parte de dentro proporciona los beneficios del material elegido, mientras que el aluminio del exterior evita la oxidación de todo el conjunto y da pie a que pueda obtenerse el resultado visual deseado al existir tantísimos acabados.
Acristalamiento
Ahora que ya sabes de qué materiales puede estar hecha la perfilería, toca hablar del acristalamiento. Es la decisión más importante de todas, puesto que se trata de la parte de la ventana que comprende una mayor superficie. Siguiendo el ejemplo de los marcos y las hojas, en este caso también nos encontramos ante una amplia lista de opciones por las que puedes decantarte.
Monolítico
En las reformas en Alt Empordà prácticamente nunca utilizamos el acristalamiento monolítico, también conocido como vidrio sencillo, aunque antiguamente era uno de los de mayor éxito por su bajo precio. Su eficiencia energética deja bastante que desear, así como el aislamiento acústico.
Doble acristalamiento
Si pretendes obtener un mejor resultado en términos de eficiencia, el doble acristalamiento es una buena opción. El conjunto comprende un par de vidrios monolíticos, separándolos por medio de un espaciador. El cien por cien del perímetro procede a cerrarse herméticamente.
Triple acristalamiento
En caso de que tu nivel de exigencia sea muy elevado en lo que respecta a la eficiencia, no te lo pienses dos veces y elige el triple acristalamiento. La cifra de cámaras de aire pasa de una a dos. Para obtener un resultado óptimo en términos de eficiencia, algunos expertos en la materia introducen entre cada capa el gas inodoro e incoloro conocido como argón. Aunque este tipo de reformas de pisos son bastante caras, a largo plazo se acaban amortizando por el gran ahorro que proporcionan. Además, no hay que obviar que suponen un enorme beneficio para el ecosistema, puesto que con ellas se reduce la huella de carbono al tener que consumir menos energía.
Control solar
Con los vidrios de control solar, la radiación UV que incide en la vivienda disminuye considerablemente, pudiendo decir lo mismo de las facturas energéticas. Eso sí, conviene depositar la confianza en profesionales con mucha experiencia que sepan donde conviene instalar este tipo de acristalamiento. Si se equivocan, también bloquearían el sol en pleno invierno, por lo que requerirías más energía para mantener la casa caliente.
Térmicos
Para mejorar el resultado de determinados acristalamientos, como por ejemplo los dobles que hemos analizado antes, en las láminas pueden aplicarse tratamientos térmicos. Es entonces cuando los vidrios pasan a recibir este nombre o el de bajo emisivos. Gracias a los metales que cuentan con una mayor o menor cantidad de plata, la transferencia de calor puede controlarse óptimamente, factor que mejora la eficiencia.
Flotados
Estos vidrios reciben el nombre de flotados porque, al fabricarlos, la plancha se mantiene flotando en una especie de capa que está hecha de estaño, el cual se ha llevado a temperatura de fundición. Aunque tienen otras funciones, se emplean principalmente para dar forma a ventanas.
Templados
Es muy similar al vidrio flotado, pero el tratamiento que se le aplica deriva en la obtención de un importante beneficio: a nivel estructural, presenta un mayor nivel de resistencia. Tanto es así que, si termina rompiéndose, lo hace en fragmentos de pequeñas dimensiones que no producen cortes. Así pues, no es de extrañar que se coloque en muchas mamparas al llevar a cabo reformas de baños, así como en puertas que dan acceso a la terraza.
Laminados
A diferencia de los vidrios templados, una rotura de una ventana laminada no se traduce en el desprendimiento de una gran cantidad de trozos que, a pesar de ser de pequeño tamaño, también pueden acarrear alguna lesión leve. La capa situada entre medio, la cual está hecha de un material que es translúcido, se encarga de retener el conjunto. Por ende, estos elementos se consideran vidrios de seguridad.
Qué material elegir
Tras haber averiguado los diversos materiales que hay disponibles, ha llegado el momento de tomar una decisión. Como hemos visto, las opciones son muy variadas, por lo que sea cual sea el resultado que pretendas obtener, no te costará dar con una alternativa que te lo proporcione.
En lo que respecta a la perfilería, el aluminio y el PVC son los materiales más recomendables por su eficiencia y el escaso o nulo mantenimiento que requieren. De hecho, la mejor opción es sin ninguna duda aquella que los combina. Nos referimos a las ventanas mixtas cuyo exterior es de aluminio, mientras que la parte interior está hecha de policloruro de vinilo.
Respecto a la cristalería, descarta los vidrios monolíticos exceptuando aquellos cuyo único fin sea el decorativo. Si pretendes obtener buenos resultados a nivel de eficiencia energética, el triple acristalamiento es el formato que te proporcionará un mejor resultado, pero si el presupuesto te lo impide, con el doble acristalamiento también conseguirás reducir considerablemente las facturas energéticas. En caso de que vayas a colocar una gran ventana que dé acceso al balcón o a la terraza, el vidrio de seguridad es el más recomendable, seguido del templado que es idóneo para la mampara del cuarto de baño.
Ten en cuenta que, para tomar una buena decisión, no solo hace falta elegir un material adecuado. A su vez, conviene acertar de lleno al escoger el formato de apertura. A lo largo de medio siglo realizando reformas integrales, hemos instalado ventanas de todos los tipos, como por ejemplo las normales –las cuales ocupan mucho espacio–. Así pues, si tienes una vivienda de pocos metros cuadrados, quizá las correderas sean tu mejor opción. También existen las oscilobatientes, ventiluces, con apertura de libro y de guillotina.