¿Qué tipos de apertura de ventanas existen y cuál elegir?

Cuando explicamos qué material elegir para las ventanas de nuestro hogar, dijimos que este aspecto no es el único que debe influir a la hora de tomar una decisión. Lo cierto es que el tipo de apertura también juega un papel esencial.

En función de tu elección, las ventanas de tu vivienda se abrirán y cerrarán de una u otra manera, por lo que podrás ventilar la casa para gozar siempre de una temperatura óptima –especialmente en caso de que sepas qué tipos de aislamiento térmico puedes poner en tu hogar y qué beneficios tienen, algo de lo que ya hablamos en su momento como expertos en aislamientos–. También disfrutarás de un alto nivel de seguridad, así como de una gran practicidad al realizar ambas acciones. Eso sí, para que el resultado sea óptimo, es fundamental que conozcas las diferencias existentes entre los diversos tipos que hay.

Tipos de apertura de ventanas

En el siglo pasado, prácticamente todas las ventanas de las viviendas tenían el mismo tipo de apertura porque no había muchas alternativas por las que decantarse. Todo lo contrario sucede hoy en día: los propietarios de inmuebles, al hacer reformas integrales, pueden elegir entre una gran cantidad de opciones. A continuación, analizaremos las características de cada mecanismo con tal de que te veas capacitado para escoger el que más te convenga.

Correderas

Empezamos por un tipo de apertura que, en las últimas décadas, ha adquirido una gran popularidad: la corredera, también conocida bajo el nombre de deslizante. Los expertos en reformas instalan unos raíles horizontales que sirven para que las hojas puedan moverse hacia la izquierda y la derecha. En función del movimiento realizado, las ventanas quedan abiertas o cerradas. En caso de que los profesionales decidan colocar tres carriles, este tipo de ventanas pueden llegar a contar con un máximo de seis hojas, aunque lo más habitual es decantarse por dos o cuatro.

Estamos ante una apertura que suelen elegir los propietarios de inmuebles que pecan de no tener demasiados metros cuadrados. Y es que al no invadir lo más mínimo el espacio de dentro porque ninguno de sus elementos sobresale, permiten aprovechar al máximo la superficie de la vivienda, independientemente de si las ventanas se encuentran abiertas o cerradas.

Conviene destacar que, debido a las características del sistema, es el más utilizado para dar forma a ventanas balconeras. Si has de hacer un cerramiento de considerable tamaño, por ejemplo uno que dé acceso al jardín, el patio o la terraza, lo más probable es que los expertos en reformas de casas que contrates te sugieran esta apertura, la cual está proliferando entre los profesionales del sector de las reformas de jardines y exteriores. A diferencia de las ventanas de tamaño estándar, en este caso la hoja que va a deslizarse lleva a cabo un movimiento previo de elevación, facilitando así la apertura y el cierre.

Por supuesto, no todo es bueno al hablar de las ventanas correderas. Si eres de esas personas que quieren poder abrir las ventanas en su totalidad, este sistema de apertura no está hecho para ti. Como máximo, podrás alcanzar un porcentaje de 50 puntos.

Si no vives en una zona que presente habitualmente temperaturas que puedan considerarse extremas, las ventanas correderas son una buena opción. Así pues, no sorprende que muchos de nuestros clientes elijan este sistema de aperturas para las reformas en Alt Empordà.

Abatibles

¿Recuerdas que antes hemos dicho que hace años, en las casas, solo había un tipo de sistema de apertura? Nos referíamos al abatible. Lo cierto es que no es un sistema propio del pasado, puesto que en la actualidad sigue estando muy presente en las viviendas.

La apertura abatible, también conocida como practicable, cuenta con unas bisagras ubicadas a izquierda o derecha que permiten abrir la hoja hacia el lado elegido al proceder a la reforma. A diferencia de las correderas, ocupan espacio, puesto que justo delante de ellas no puede haber nada para que sea posible efectuar el movimiento que se requiere no solo para abrirlas, sino también para cerrarlas.

Si ocupan espacio, ¿por qué son instaladas a día de hoy en tantas viviendas? En primer lugar, por su facilidad de instalación y de mantenimiento. Al poder abrirlas por completo, es extremadamente sencillo dar al conjunto los cuidados que necesita para preservar un aspecto visual óptimo –sobre todo el cristal– y un funcionamiento sin contratiempos. Además, facilitan la ventilación al permitir una apertura del 100%.

Oscilobatientes

Ha llegado el momento de hablar de la evolución de las ventanas abatibles. Nos referimos a las oscilobatientes. Esta apertura se instala en el sistema practicable que acabamos de mencionar para otorgar al conjunto una mayor versatilidad.

La ventana no solo puede abrirse con el típico barrido. Y es que pasa a disponer de dos ejes de apertura: tanto el vertical como el horizontal. Por ende, existe la posibilidad de abrirla por la parte de arriba hasta llegar al tope, lo cual es ideal si se pretende llevar a cabo una ventilación parcial sin necesidad de tener abierta del todo la ventana.

Plegables

Este sistema no es ni mucho menos el más común, pero poco a poco va dejándose ver en más viviendas, especialmente en aquellas que quieren sacar el máximo partido posible a la luz natural. En concreto, se trata de un tipo de apertura que se utiliza en el sector de las reformas de pisos para las terrazas, así como los balcones.

Tal como sucede con las correderas elevables, si se pretende dar forma a una ventana de considerable tamaño que dé acceso a una zona exterior, la apertura plegable se convierte en una opción muy a tener en cuenta.

Habiendo mencionado de nuevo el sistema de corredera, hay que decir que también lo implementa con tal de que las hojas puedan abrirse y vayan plegándose formando una especie de acordeón. La apertura es prácticamente total y, a pesar de ello, el espacio ocupado es ínfimo. Para que se produzca este movimiento, cada hoja tiene que estar unida a otra como si se tratase de una especie de articulación.

Pivotantes-basculantes

Este tipo de apertura tiene un eje que se ubica justo en su mitad. El objetivo de situarlo ahí reside en permitir que la hoja gire 180 grados. Si se trata de un sistema vertical, hablamos de una ventana pivotante. Por el contrario, las horizontales son conocidas como basculantes.En ambos casos, una parte de la ventana queda abierta hacia dentro, mientras que la otra permanece con su apertura dirigida a la zona exterior de la vivienda. El espacio puede ajustarse en base a las necesidades de cada usuario, por lo que siempre ventila al nivel deseado.

Varios aspectos positivos llevan a este sistema de apertura a ser bastante exitoso, empezando por la facilidad de limpieza. A la lista hay que sumar lo versátiles que son, pudiendo instalarlas en huecos de reducidas dimensiones y en aquellos que presentan un mayor tamaño. A su vez, el campo de visión que ofrecen es amplísimo, lo cual es de agradecer sobre todo por parte de aquellas personas que viven en casas desde las que hay buenas vistas.

Oscilantes-proyectantes

Hay determinados lugares de la casa que requieren ventilación pero no es necesario que la ventana se abra por completo. Para estos casos, las ventanas oscilantes-proyectantes son las idóneas. Hablamos de un tipo de apertura oscilante si la parte que queda abierta es la de arriba. Por el contrario, si la que se abre es la de abajo, es un sistema proyectante.

Hasta hace no muchos años, dicho sistema de apertura solo se dejaba ver en edificios como los centros escolares. Sin embargo, a lo largo de los últimos años, han proliferado entre las viviendas particulares. A nivel de seguridad, es de los mejores sistemas si se convive con niños pequeños o mascotas.

¿Qué tipo de apertura de ventanas es el más recomendable?

Ahora ya sabes los tipos que existen, por lo que has de tomar una decisión. En Montero Construccions llevamos más de medio siglo haciendo todo tipo de proyectos entre los que se encuentran la instalación de toda clase de ventanas, así que estamos capacitados para orientarte con tal de que tomes una decisión acertada.

Si tu casa no tiene muchos metros cuadrados, no te lo pienses dos veces: la apertura corredera es la ideal para ti porque no hay elementos que sobresalgan. En definitiva, cada metro cuadrado es aprovechado al máximo sin que, al tener abiertas las ventanas, haya algo que moleste.Supongamos que el espacio no es un problema para ti y te gusta tener los cristales de las ventanas inmaculados. Entonces, el mejor sistema por el que puedes decantarte es el abatible. Al poder abrirlo en su totalidad, el vidrio queda expuesto por delante y por detrás para que tengas la capacidad de limpiarlo sin ninguna dificultad.

En caso de que tu presupuesto te lo permita, bajo nuestro punto de vista, la evolución de las abatibles –conocida como oscilobatientes– es el mejor sistema por lo versátil que llega a ser. Nos encontramos ante unas ventanas que se abren aprovechando no solo el eje vertical, sino también el horizontal.Pero, ¿qué pasa si en lugar de una ventana para una cocina, un dormitorio o un cuarto de baño pretendes dar forma a un ventanal de grandes dimensiones que dé acceso a una zona exterior como el jardín? En ese caso, las aperturas correderas y plegables son las mejores opciones, y con mucha diferencia.

Si vives con algún animal de compañía o con un niño pequeño, puedes reducir a cero las probabilidades de que la ventilación derive en un accidente como una caída instalando ventanas oscilantes o proyectantes.

¿No sabes cómo aumentar el valor de tu hogar con una reforma? Renovando las ventanas obtendrás un excelente resultado en este sentido, siempre y cuando sepas qué tipos de cristales para ventanas existen y cuál elegir, así como los materiales en general y la apertura. Para esto último, la información que has leído te será de gran ayuda para acertar en base a tus gustos y necesidades.