Prevención de daños por agua: mejores prácticas y soluciones

Son numerosos los elementos que pueden pasar factura al estado de tu vivienda, llegando incluso a afectar a nivel estructural. Un claro ejemplo es el del agua, cuyos daños en algunos casos suponen un estratosférico desembolso que muchos propietarios no se ven capaces de asumir. Para evitar que se produzca un escenario tan adverso, es fundamental adoptar medidas de prevención de daños por agua. En este artículo averiguaremos cuáles son las mejores prácticas y soluciones que impedirán que el líquido elemento cause estragos en tu inmueble.

Elegir los materiales adecuados

Si todavía no se ha construido la que será tu futura vivienda o tienes en mente algunas reformas que pretendes llevar a cabo próximamente, es importante que aproveches la ocasión para elegir los materiales que son más adecuados en lo referente a la prevención de daños por agua.

Has de saber que algunos de los materiales que entusiasman a los propietarios pecan de ser poco resistentes ante la presencia del líquido elemento. Un claro ejemplo es el del parquet, como ya vimos en su momento en el artículo sobre qué tipos de parquet hay y cuál elegir. En este sentido, ten en cuenta que el suelo tiende a acumular agua, por lo que es crucial que sepas cómo elegir el tipo de suelo para cada estancia de tu hogar.

Ahora que hablamos de las estancias, hay que decir que una de las que están sujetas a una mayor cantidad de agua y humedad es el cuarto de baño, tal como indican los especialistas en reformas de baños. En algunos casos, los materiales tendrán que soportar la inmersión si llega a acumularse mucho líquido elemento, por lo que es esencial que puedan afrontar esta situación sin perder resistencia ni adherencia. Por ejemplo, hay un tipo de cemento cola que mantiene los azulejos en su sitio sea cual sea la cantidad de agua con la que lidie.

Con el paso de los años, han ido surgiendo nuevos materiales que son altamente recomendables no solo para el cuarto de baño, sino también para otras estancias como el jardín, tal como indican los expertos en reformas de jardines y exteriores. Lo demuestra a la perfección el microcemento del que ya hablamos cuando explicamos cómo elegir los azulejos y revestimientos para la reforma de tu baño.

En definitiva, sea cual sea el material que tengas entre ceja y ceja para la construcción o reforma de tu vivienda, es importante que te asegures de antemano de que el agua no le pasará factura de ninguna manera.

Impermeabilizar las zonas más sensibles

En todo inmueble hay determinadas zonas que son más sensibles a la presencia de agua o humedad. La fachada es el mejor ejemplo posible. Continuando con lo referente a los materiales, conviene destacar que hay uno de ellos que suelen recomendar los expertos en humedades y filtraciones. Nos referimos a la piedra. Optar por una fachada de dicho material es una muy buena idea si tu objetivo consiste en lograr que permanezca numerosos años en un estado óptimo. Eso sí, para obtener el mejor resultado posible asegúrate de consultar previamente la guía para la elección y mantenimiento de fachadas de piedra.

Las fachadas no son los únicos elementos sensibles. Hay otros que también se encuentran presentes en el exterior y, además, conectan con el interior. Efectivamente, hablamos de las ventanas. Evita cometer el error de impermeabilizarlas en exceso, factor que tal vez se traduciría en mayores dificultades para favorecer la transpiración del interior del inmueble.

Es de vital importancia que abras frecuentemente las ventanas para regular la humedad, cuyo porcentaje puedes comprobar con soluciones de domótica, tal como explicamos en el artículo de cómo integrar la domótica en tu hogar. Con tal de que no tengas dificultades ni incomodidades al abrirlas, infórmate sobre qué tipos de apertura de ventanas existen y cuál elegir.

En lo que respecta al proceso de impermeabilización en sí, tienes que saber que ciertos materiales son idóneos tan solo para determinados elementos o estancias, de lo cual puedes informarte en el post de qué métodos y materiales se usan para la impermeabilización en la construcción. Por ejemplo, el mortero hidráulico es una de las soluciones de impermeabilización para sótanos en zonas de alto riesgo de inundación, mientras que las membranas asfálticas se convierten en una opción muy buena para los tejados en los que profundizaremos a continuación.

Asegurarse de que el tejado está en buen estado

En líneas generales, es habitual que los propietarios se olviden del tejado, lo cual suele ser fruto de las dificultades que acarrea el hecho de acceder a él. Pero, ¿sabías que es uno de los principales focos de daños por agua? Prevenirlos está en tus manos, así que asegúrate de que dicha estructura se encuentra en buen estado.

Si por motivos de seguridad, vértigo o razones de otra índole prefieres no subir al tejado, te recomendamos depositar tu confianza en expertos en rehabilitación de tejados. Este tipo de profesionales son capaces de detectar la más mínima rotura. En caso de no dar con ella, esto se traduciría en que el agua fuera filtrándose hasta penetrar en la vivienda.

Sellar las grietas o incluso reemplazar una parte del tejado es uno de los procesos de prevención de daños por agua más importantes. Hay que tener en cuenta que, conforme va pasando el tiempo, esta estructura sufre las consecuencias de las condiciones climatológicas adversas: fuertes lluvias en las que ahondaremos más adelante, rachas de viento que traen consigo elementos sólidos que golpean fuertemente el conjunto, etcétera.

Es por ello que el tejado, siguiendo el ejemplo de otras partes sensibles del inmueble, necesita un buen mantenimiento. En caso contrario, tarde o temprano las precipitaciones pueden sembrar el caos en la vivienda.

Gestionar bien la lluvia

En las reformas en Alt Empordà que llevamos a cabo siempre tenemos en cuenta lo comentado recientemente: la lluvia y el viento, el cual sopla con intensidad en forma de tramontana. En lo que respecta a las precipitaciones, son bastante habituales. Si también es el caso de la zona en la que se encuentra emplazado tu inmueble, es fundamental que las gestiones correctamente.

Primeramente, ten en cuenta que el tejado debe favorecer el drenaje o la evacuación del agua. Para tal fin, una buena idea consiste en aprovechar las tareas de reparación, reforma o construcción para dar forma a un techo verde. Tal como dijimos al explicar la instalación y beneficios de techos verdes, estos conjuntos se nutren del agua para dar pie a que los elementos vegetales presentes en ellos se desarrollen e incluso proporcionen frutos. Más allá de aprovechar al máximo el líquido elemento, es reseñable que evitan que el agua campe a sus anchas y se dirija a zonas más sensibles de la vivienda.

En ocasiones, la lluvia arrecia y un techo verde con sus macetas y zonas ajardinadas no puede drenar toda el agua, por lo que entran en juego los sistemas de evacuación como los canelones y los desagües en general. Con relativa frecuencia, estos conjuntos de canalización del líquido elemento se obturan con elementos como las hojas de los árboles, por lo que conviene mantenerlos lo más limpios posible para permitir que el agua fluya sin problemas.

¿Recuerdas que al hablar del tejado hemos hecho referencia al aprovechamiento del agua? Hay otra manera de sacarle partido y, adicionalmente, gestionarla de manera óptima para impedir que circule libremente por el terreno del inmueble y, por ende, corras el riesgo de sufrir graves daños: instalar un depósito que acumule una buena parte del líquido elemento caído del cielo. Parece más complicado de lo que realmente es, así que infórmate sobre cómo implementar sistemas de recuperación de agua de lluvia en tu hogar.

Continuando con lo referente al terreno de la vivienda, es destacable que en algunos casos las lluvias son tan intensas que provocan desprendimientos u otros contratiempos que puedes evitar que afecten a la estructura del inmueble. Para tal fin, infórmate sobre la construcción de muros de contención: usos y materiales.

Evitar manipular elementos de fontanería sin conocimientos

Uno de los errores que cometen los propietarios de inmuebles al sufrir un daño por agua se resume en manipular ellos mismos los elementos de fontanería. Esta práctica debe evitarse por completo si no cuentas con conocimientos relacionados con el sector.

Supón que el fregadero está obturado y ello provoca un escenario que temes que acabe pasando factura al suelo de la cocina: el agua se encharca, cae por el mueble y termina quedándose en la superficie que pisas, con todo lo negativo que ello acarrea. Es por este motivo que decides echar sosa cáustica, agravando considerablemente el problema porque la tubería se corroe y presenta numerosas fugas que exigen recurrir a profesionales expertos en reparaciones.

Este tipo de situaciones no se producen si, tras detectar el problema, te pones en contacto con profesionales del sector de la lampistería y fontanería. Un fontanero con una dilatada trayectoria a sus espaldas sabe cómo manipular cada elemento, por lo que el dinero necesario para que haga su trabajo acaba amortizándose con creces al no tener que lidiar con un escenario mucho más adverso, problemático y caro por el simple hecho de llevar a cabo acciones indebidas.


Aunque las prácticas y soluciones que hemos mencionado son muy útiles a la hora de prevenir los daños por agua, no hay ningún método que pueda impedir al 100% que, debido a un imprevisto como unas precipitaciones descomunales de muchos litros por metro cuadrado, provoquen destrozos considerables. Es por este motivo que, desde Montero Construccions, te recomendamos fervientemente contratar un seguro que cubra este tipo de adversidades, así como pintar las paredes con una buena pintura antihumedad. Esto último no evitará por completo que se produzcan daños en dichas superficies, pero sí retrasará la aparición de los mismos, según indican los especialistas en decoración y pintura.